¡Hola viajeros!
Por aquí seguimos descubriendo rincones de Madrid, en esta ocasión nos hemos dado una vuelta por los museos que Metro de Madrid tiene abiertos en algunas de sus estaciones. Nos ha servido para visitar un acueducto subterráneo, estaciones abandonadas y preciosos vagones clásicos ¿Os animáis a conocer un poco más? Pues seguid leyendo…
Metro de Madrid fue inaugurado en 1919 y aunque a día de hoy no hay prácticamente madrileño que no se mueva en este transporte, resulta que al principio a los ciudadanos les daba mucho miedo eso de tener que bajar y meterse en el suelo. Mucho ha cambiado la red desde su estreno hasta nuestro días, pero nos ha gustado mucho ir descubriendo a través de sus diferentes museos algunas de estas curiosidades que aguarda la red de ferrocarril suburbana.
En las últimas semanas hemos ido visitando varios de los museos del Metro de Madrid, ahora las visitas se realizan con aforos limitados y es necesario o bastante recomendable ir con reserva. Las entradas las podéis sacar en la web de Museos del Metro de Madrid aquí vais a encontrar todos los espacios que se pueden visitar a día de hoy.
A continuación os vamos a enseñar fotos de los museos y también os vamos a explicar lo que podéis esperar ver en cada uno de ellos. Empezamos…
Museo de Caños del Peral
Este museo fue el primero que conocimos. Se encuentra dentro de la estación de Metro de Ópera, seguramente lo hayáis visto al haber hecho algún trasbordo o al salir de la estación.
El Museo es pequeño pero que su tamaño no os engañe, además el guía nos lo explicó todo a la perfección lo cual volvió la visita todavía más interesante. En primer lugar vimos la fuente, luego nos hablaron de la alcantarilla y posteriormente fuimos a ver el acueducto. Que una alcantarilla esté bajo tierra tiene sentido, pero ¿Por qué un acueducto y una fuente? Os recomendamos ir para descubrirlo, porque allí os van a contar mucho mejor toda la historia, os van a dar muchos detalles y de verdad que si os gustaría saber un poco más de la historia de Madrid merece mucho la pena.



El acueducto se descubrió al realizar obras en el túnel de la línea 2 de Metro. Os dejamos la imagen que veréis también en el museo, es muy curioso ver a los obreros sentados en un acueducto bajo tierra.

Museo de Chamartín
El segundo museo que elegimos fue el que se encuentra en la estación de Chamartín. Aquí os vais a encontrar con los primeros vagones que circularon en la red. Estos coches tenían un estilo clásico y eran muy elegantes, mucho más que los de ahora ¿verdad?

Fijaros en los detalles, la publicidad, la información de las estaciones y los asientos. La verdad que todo nos llamaba la atención y nos parecieron realmente bonitos, aunque no nos imaginamos cómo sería viajar en un vagón así de pequeño en plena hora punta jajaja.



Los vagones que os mostramos en las fotos son los más bonitos, o son los que más nos gustaron, porque luego ya se fueron perdiendo muchos detalles y los vagones fueron volviéndose más austeros y a la vez más funcionales.

Este era el escudo que tenían los vagones al principio, nos pareció realmente curioso. Luego estos escudos desaparecieron para dar paso a las siglas CMM (Compañía Metropolitana de Madrid) al instaurarse la República. En este museo hay mucha información, muchas cosas para ver y leer, la verdad que nos defraudó un poco que no nos dejaran un rato libre para poder disfrutarlo más tranquilamente y que nos hubiera dado tiempo a leer la gran cantidad de información que tenían en el museo.
Chamberí
El tercer museo que visitamos fue la antigua estación de Chamberí. Aunque antes la hemos llamado estación fantasma, en realidad no lo es, esta estación estuvo abierta al público y funcionó perfectamente, lo que pasa que se cerró cuando se amplió el número de vagones y pasaron de 4 a 6. Resulta que la estación se quedó pequeña y dos coches quedaban sin acceso al andén, unido a la cercanía de las estaciones de Iglesia y Bilbao se terminó optando por su cierre.

Durante la visita os van a mostrar los accesos a la estación, la antigua puerta de entrada, vais a poder ver los azulejos metro (tan famosos) así como ver la decoración tradicional de la estación con la publicidad en las paredes, que a día de hoy todavía se conserva en el interior.




Quizás este sea el museo que más dificultad puede presentar a la hora de conseguir entradas, ya que solamente permite el acceso de 5 personas por grupo. A pesar de todo merece la pena intentarlo porque ahora se visita mucho más tranquilo, a excepción del ruido del metro que no va a parar de pasar jeje. Las fotos no nos salieron muy bien debido a la luz, pero es un museo que nos llamó mucho la atención y que os recomendamos ir por lo menos una vez.

Por cierto ¿sabéis que tiene un fantasma? Id a descubrir la leyenda 🙂
Nave de Motores
El cuarto museo elegido ha sido la nave de motores, quizás sea el museo que menos llamaba nuestra atención (bueno a Joaquín le parecía muy interesante desde el principio) pero la verdad que es curioso conocer cómo fueron los motores que generaban la electricidad para mover el Metro.

Se trataba de 3 motores de barco que fueron traídos desde Alemania, nos pareció curioso que fueran parecidos a los que usaba el Titanic, aunque aquí no llegaron a funcionar con carbón sino con diésel. En la visita os van a contar cómo funcionaban, detalles sobre la nave en la que se ubicaron, cómo era trabajar a cargo del mantenimiento de esos motores y muchas curiosidades más.

La nave de motores está cerca de Pacífico, pero hay que salir fuera de la estación y caminar un poco hasta el edificio.
Vestíbulo de Pacífico
Por fin hemos conseguido visitar el quinto museo de Metro de Madrid. Es el que más hemos tardado en visitar porque ha estado cerrado más tiempo debido a la pandemia. Al ser un vestíbulo que quedó completamente cerrado, no tiene ventilación y las visitas se hacen en grupos reducidos de máximo 5 personas.




El antiguo vestíbulo de la estación de Pacífico fue rescatado y restaurado para que hoy podamos tener una idea de cómo eran las estaciones antes. Desde luego que eran más reducidas en tamaño, pero infinitamente más bonitas que las de ahora.
Mientras que para decorar la estación de Chamberí se usó el color verde, Antonio Palacio decide usar en esta estación el azulejo blanco y combinarlo con el azul.

Este vestíbulo fue clausurado en 1961, cuando se reformaron las estaciones y estas pasaron a tener 90 metros. El vestíbulo se quedo pequeño y tuvieron que modificar los accesos de entrada a las vías, por lo que se decide hacer otros nuevos.
La visita al vestíbulo no es muy larga, en ella os contarán con un vídeo la historia de la estación, cómo se fue desarrollando y termina con una explicación del guía. Al finalizar la exposición, os dejan tiempo para hacer fotos.
¿Os hemos convencido para ir a verlos? Si todavía no estáis del todo seguros os vamos a dar un dato más que os puede ayudar a terminar de decidiros y es que estos museos son gratuitos. Un plan perfecto para esos meses en los que vamos más apurados.
Esperamos que os haya gustado este tour por el Metro, sin duda es un viaje por la historia de Madrid que no podéis dejar de disfrutar y experimentar.
Si os apetece leer más planes para hacer en Madrid, os remitimos a algunos de nuestros post ya publicados 10 fotos perfectas en Madrid para Instagram ¿Qué hacer en Madrid? Planes para disfrutar de Madrid en época de confinamiento o Flores gigantes en el Palacio de Cristal del Retiro en Madrid

¡Hasta pronto viajeros!
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