¡Hola viajeros!
En este post queremos hablaros de la capital de Alemania, Berlín. Se trata de una ciudad que pasa muy desapercibida en comparación con otras grandes ciudades europeas como Roma o París, por lo que a día de hoy no la encontraremos masificada.
Berlín se encuentra en el norte del país, por lo que os recomendamos visitarla durante el mes de junio, ya que los días son largos y el tiempo bastante agradable.
En nuestra escapada de 3 días, en junio de 2022 vimos bastantes lugares de interés y también tuvimos tiempo para pasar una mañana en la ciudad de Potsdam y una tarde en el campo de concentración de Sachsenhausen. Os vamos a proponer un Itinerario muy completo de 3 días para que podáis disfrutar de la capital alemana y sacarle el máximo partido posible a todas sus atracciones turísticas.
Qué ver en Berlín en 3 días
Os contamos qué ver en tres días en la ciudad, dos de ellos completos y el último solamente medio, ya que salía el avión de vuelta a España.
Primer día en Berlín
El primer día aprovechamos para tener una primera toma de contacto con la ciudad y descubrir el buen ambiente que se respira en las calles de Berlín.
Cúpula del Bundestag
A las 8 menos cuarto estábamos ya haciendo cola para entrar a ver la cúpula del Bundestag. Esta actividad es gratuita pero requiere de reserva previa, por lo que si no la tenéis, no os presentéis allí porque no os van a dejar subir.

Nosotros la adquirimos con 2 semanas de antelación y no tuvimos problemas, nos mandaron la confirmación al mail y es aconsejable llevar impresa la confirmación. Al subir en el primero turno disfrutamos de la cúpula casi a solas, luego se fue llenando considerablemente porque no hay límite de tiempo, y los que van llegando se encuentran con los que ya estaban allí previamente.
Las vistas están bien, pero lo que más nos gustó fue la cúpula de cristal y las fotos tan chulas que se pueden sacar desde aquí. Es una visita que os llevará entre 30 minutos y 1 hora, dependiendo de la prisa y las fotos que hagáis.
Free Tour por Berlín
Tras la visita al Bundestag nos fuimos caminando para la Puerta de Brandenburgo, porque aquí empezaba nuestro Free Tour por el centro de Berlín a las 10 de la mañana.
Siempre que conocemos una ciudad nueva nos gusta mucho hacer este tipo de tours, ya que nos descubren sitios, restaurantes y las costumbres de los locales. Por supuesto en una ciudad como Berlín os van a hablar de la Alemania nacionalista, de la época del muro y su caída, esto va a estar presente durante todo el recorrido. Nos llevaron al sitio en el que se encontraba el búnker de Hitler, al monumento a los judíos asesinados y a otros sitios de relevancia histórica como el Check Point Charlie.
El free tour duró casi tres horas en las que nos descubrieron muchos sitios interesantes de la ciudad y nos explicaron algunas cosas que de haber ido solos no nos habríamos enterado. Ya sabéis que en estos tours, al final del recorrido hay que pagar una cantidad al guía por las explicaciones.
Monumento a la Memoria de los Judíos asesinados de Europa
Este museo gratuito y al aire libre se encuentra muy cerca de la puerta de Brandenburgo, en el centro de la ciudad de Berlín.

Este monumento empezaron a construirlo en 2003 y terminaron en el año 2005. Además de la parte exterior, donde se encuentran los bloques de hormigón, dispone de un centro de interpretación que también es gratuito. Una de las cosas que más nos sorprendió de Berlín, fue la cantidad de lugares que se pueden visitar de forma completamente gratuita.
Campo de concentración de Sachsenhausen
Tras finalizar el Free Tour fuimos a la estación de tren Friedrichstrase y allí empezamos una odisea hasta llegar al campo de concentración. Hay que tener en cuenta que el campo está a 30 km del centro de Berlín, por lo que al menos dos horas se nos van a ir entre llegar y volver a Berlín. Nosotros además nos perdimos, no encontrábamos el andén que teníamos que coger, en fin que tardamos más de la cuenta.
Se supone que el tren es el S1 y que va directo, pero nosotros terminamos cogiendo dos trenes y haciendo un trasbordo de más de media hora, en una estación a las afueras de Berlín. Luego a la vuelta nos tocó esperar nuevamente el tren casi una hora, pues los trenes pasaban cada hora y media y lo acabábamos de perder. Contad que se os va una tarde o mañana completa, por lo que si no disponéis de mucho tiempo, es mejor dejarlo para otra ocasión.
Una vez llegáis a la estación del tren de Sachsenhausen, hay que caminar como 15-20 minutos hasta llegar al campo de concentración. Ponía que había un autobús, pero de verdad que no vimos pasar ni uno en todo el trayecto, por lo que nos tocó ir y volver caminando.

Una vez en el campo, os darán la entrada (es gratuita) y un audio-guía para ir escuchando las explicaciones de lo que os vais a encontrar en este lugar. Durante toda la visita reinaba un silencio absoluto, la gente por razones obvias no se hace fotos en las barracas ni en ninguna parte del campo, no es que esté prohibido pero es que no es el lugar para ello. La visita discurre en total silencio, no se puede decir que siendo testigo de lo ocurrido, porque gracias a dios no nos ha tocado vivir este horror, pero se percibe esa sensación de lo que sabes (o imaginas) que pasó allí. Todas esas muertes, torturas y experimentos que realizaron con aquellas personas, hacen que se te pongan los pelos de punta y que te invada una sensación de angustia y pena. Nunca un sitio nos había parecido que desprendiera unas vibraciones tan negativas, es el primer campo que visitamos y creemos que pasará un tiempo largo hasta que volvamos a otro.
A pesar de todo si queréis conocer un campo de concentración, este es un buen lugar para hacerlo pues es gratuito y no está masificado. La única pega es que está lejos y si no tenéis demasiado tiempo en Berlín, puede que luego lo echéis en falta.
Al campo podéis llegar por vuestra cuenta o bien podéis contratar una excursión para que os den las explicaciones correspondientes.
Alexanderplatz
Ya de vuelta en la ciudad nos bajamos en la estación de tren más próxima a la céntrica plaza y aprovechamos para conocer por fuera la torre de comunicación, aunque no subimos al mirador.

Lo más destacable de esta plaza es el reloj mundial, que nos muestra la hora de todo el mundo. Pasando el puente de la vía del tren, llegamos a la Torre de Comunicación, si estáis interesados en subir, podéis reservar las entradas con antelación, así os aseguráis que hay sitio el día y hora en la que os apetece subir, incluso ofrecen la posibilidad de contratar la visita y comer en el restaurante de la torre.
Segundo día en Berlín
El segundo día nos escapamos a la vecina ciudad de Potsdam, nos apetecía conocer esta pintoresca ciudad y su barrio Holandés. La tarde la dedicamos a seguir descubriendo el centro de Berlín, os dejamos enlace al post que tenemos escrito sobre qué ver en Potsdam en un día.
Potsdam
Madrugamos mucho para coger el tren que lleva a Potsdam desde el centro de Berlín. A diferencia de lo que ocurre con el campo de concentración, Potsdam tiene más frecuencias y se llega en escasos treinta minutos. Desde la estación podéis llegar al centro caminando o en transporte público, no está lejos pero lo que si queda retirado es la zona de los palacios.

Potsdam tiene mucho que ver, por eso en este post solamente queremos deciros que dedicamos una mañana completa a conocer los jardines, el centro y el barrio holandés. Nosotros fuimos en cercanías por libre, pero también podéis contratar una excursión que os enseñe la ciudad. Escribiremos otro post en el que detallaremos un poco más la visita, para evitar que este quede demasiado largo.
Kurfusterdamm
De regreso al centro de Berlín, nos bajamos en la estación del jardín zoológico porque muy cerca se encuentran los restos de una iglesia luterana que fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. Las ruinas de la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, en plena calle central de la Kurfusterdamm, nos muestran los restos de unas de una de las torres y a día de hoy está considerada como un monumento en contra de la guerra.

La entrada es completamente gratuita, se ve en 10 minutos porque no queda nada, pero la verdad que es muy llamativo verlo.
Topografía del terror
Tras la iglesia nos fuimos a conocer el museo de la topografía del terror, otro espacio cultural en el que además de poder ver una parte del muro, permite conocer las fases por las que pasó Berlín. Cuenta con un centro de interpretación gratuito, y una exposición al aire libre. En este lugar se puede ver como era el muro, el grosor que tenía y el material con el que fue construido. Queremos aclarar que no es en este lugar donde están las famosas pinturas, eso está en el East Side Gallery.

Abre todos los días desde las 10 de la mañana hasta las 20 horas, la parada de metro más cercana es Kochstrase, y es completamente gratuito.
Check Point Charlie
Muy cerca del museo anterior encontramos el mítico Check Point Charlie, que simboliza el paso al territorio de la zona de los aliados. El original fue demolido en 1990, pero en el año 2000 se decide recrear la primera caseta que imitaba a la que se instaló en este control fronterizo.
En el free tour nos contaron que las personas que habían visitado Berlín cuando todavía estaba dividida, no recordaban en absoluto este lugar. Esto se debía a que el lado soviético era mucho más grande e imponente que el americano, por lo que únicamente recuerdan el del lado de los rusos.
Muy cerca del Check Point está Charlie´s Beach, un recinto en el que han habilitado varios puestos para comer y tomar algo en un entorno que simula una playa, nos pareció muy curioso y económico.
Dead Chicken Alley
Recomendamos no pasar por alto este peculiar callejón que tanto nos recordó a los ruin bar de Budapest. El acceso es gratuito y está lleno de bares para tomar copas, pero no es obligatorio consumir para verlo.

Nos vamos a encontrar con numerosas pintadas y grafitis por todas las paredes del callejón, de verdad que el sitio merece la pena. Lo encontraréis en la calle Rosenthaler numero 39, en el barrio judío. Os recomendamos también hacer un tour por el barrio judío porque tiene rincones increíbles como por ejemplo el Die Hackeschen Hofe, muy cerca del anterior callejón.
Puerta de Brandenburgo de noche
Cuando comenzó a atardecer pasamos por la puerta para conocerla iluminada y hacernos algunas fotos. Nosotros os recomendamos verla tanto de día como de noche, porque cuando la iluminan tiene mucho encanto.

Sony Center
Antes de volver al hotel, pasamos por este centro de negocios tan moderno ubicado en la Potsdamer Platz. Fue construido en el año 2000 y a día de hoy cuenta con zonas de restauración, hoteles de lujo, cines y oficinas. Nosotros lo vimos de noche que es cuando está iluminado y nos pareció un lugar curioso. Si os da tiempo os recomendamos pasar a verlo, pero si vais justo quizás podáis perdonarlo porque tras la pandemia creemos que no está en todo su esplendor.
Tercer día en Berlín
El tercer día lo dedicamos a seguir conociendo el centro de la ciudad, especialmente nos sorprendieron las vistas tan maravillosas que hay desde la Catedral y el pintoresco barrio de Nikolaiviertel.
East Side Gallery en Berlín

El último día decimos volver a pasear por la zona de los murales, junto al río Spree. En este tramo del muro es en el que se encuentran las famosas pinturas que cubren los restos de lo que queda del muro. Entre las más significativas encontramos la del Travant rompiendo el muro y la del beso entre Honecker y Breznev, pero todas ellas son dignas de admirar.
Justo al final del recorrido encontraremos uno de los puentes más bonitos de la ciudad de Berlín, el puente Oberbaumbrucke. Este puente de dos niveles llama la atención por las dos torres que tiene y además las fotos con los trenes pasando, son preciosas.

Toda la zona del puente y del muro, está muy animada durante las noches de los viernes y sábados. En el mes de junio había varios pubs abiertos junto al Spree ideales para tomar una cerveza.
Catedral de Berlín
Tras recorrer el East Side y comer en el Vapiano de la Alexanderplatz, nos fuimos a conocer la catedral de Berlín. Actualmente una buena parte de la fachada se encuentra en obras, pero se puede acceder a su interior y subir a la cúpula. Podéis comprar las entradas con antelación o bien comprarlas directamente en las máquinas que tienen en la puerta, actualmente no permiten pagar en metálico.
La entrada cuesta 9€ por persona, es verdad que es un poco cara pero las vistas lo compensan. El interior no nos llamó mucho la atención, hay otras catedrales que nos han parecido mucho más sorprendentes que esta, pero realmente las vistas de la ciudad es lo que cuenta.

Nikolaiviertel
Tras conocer el interior de la Catedral, dimos una vuelta por el barrio más antiguo y tradicional de Berlín, el Nikolaiviertel. Aquí podéis encontrar muchos restaurantes de comida típica alemana, nosotros intentamos comer algo en la cervecería llamada Georgbraeu, porque elaboran su propia cerveza. Pero no pudo ser porque nos atendieron realmente mal y decidimos irnos a otro lado. Justo delante encontramos el restaurante Spreeblick y fueron mucho más amables y no cenamos nada mal.
Hasta aquí pudimos ver, porque ya se nos empezaba a echar la hora encima y tuvimos que salir disparados para el aeropuerto. Además lo que no sabíamos es que nos esperaba una cola de casi dos horas para pasar el control de seguridad, casi perdemos el avión.
Visitamos muchos lugares increíbles y nos dimos una buena paliza a caminar por la ciudad, pero el esfuerzo mereció la pena. Aquí dejamos este post, pero antes os recordamos que abajo tenemos entradas relacionadas y que en Instagram vamos subiendo fotos de nuestros viajes y escapadas por si os apetece seguirnos.
¡Hasta pronto viajeros!
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