¡Hola viajeros!
En este post os vamos a contar qué ver en la isla de Kauai que es conocida como «la isla jardín» y por ser la más antigua del archipiélago hawaiano. Kauai tiene la peculiaridad de ser inaccesible por carretera, por lo que para poder visitar ciertos puntos de la isla es imprescindible ir en barco o contratando una excursión en helicóptero.
En este post os vamos a contar lo que podréis hacer por libre y también cómo poder alcanzar esos lugares tan inaccesibles pero queridos, como es la famosa costa de Nā Pali.
Cómo llegar a Kauai
Al igual que os hemos dicho en las otras islas, el avión es la opción más rápida y viable para entrar y salir de Kauai. Nosotros llegamos desde Oahu con Hawaian Airlines y volamos a Los Ángeles desde Lihue con la compañía Delta Airlines. El vuelo interno fueron 30 minutos escasos y el largo duró unas 5 horas y media, pero como salimos a las 10 de la noche, fuimos dormidos hasta que aterrizamos en el aeropuerto de Lax para luego conexionar con el vuelo a Nueva York (otras 5 horas y media de viaje).
Cómo moverse por Kauai
Kauai es una isla difícil porque no se puede acceder a todos los puntos, de hecho la costa de Nā Pali es inaccesible por carretera y únicamente se puede ver desde el mar o contratando una excursión en helicóptero.
En esta isla alquilamos un Jeep porque habíamos escuchado que algunos caminos pueden estar en malas condiciones y que si llueve mucho, es recomendable llevar un coche un poco mejor preparado. La verdad que nos lo pasamos pipa conduciendo el coche, aunque gastaba gasolina cosa mala. En esta isla alquilamos con la compañía Hertz y también hay que ir en autobús gratuito desde la terminal hasta las oficinas de alquiler de coches.
Qué ver en Kauai
Nosotros pasamos un total de cuatro noches en la isla, y como el vuelo salía tan tarde al final estuvimos 5 días en Kauai. Os vamos a contar qué hicimos cada día:
DÍA 1. Llegamos muy pronto a la isla, nosotros veníamos de la vecina Oahu. Tras recoger el coche de alquiler nos fuimos a por un café y a comprar algunas cosas de comer y luego fuimos para nuestro alojamiento.
Nuestro resort estaba muy cerca de Lihue y de hecho la ubicación nos pareció bastante buena porque quedaba en el medio de la isla. Eso y lo bonitas que eran las instalaciones fueron lo único positivo que podemos decir de nuestro alojamiento, abajo os contamos más sobre nuestra terrible experiencia en el Kauai Beach Resort.
Como la habitación no estaba lista, tuvimos que cambiarnos en el baño del resort y después nos marchamos a conocer Poipu Beach que quedaba a media hora de nuestro hotel. Nos costó un poco encontrar aparcamiento porque es una playa que se llena bastante, es de las pocas en las que tienes asegurado el buen tiempo y es bastante tranquila para bañarse y buena para hacer snorkel. Es una playa en la que se pueden ver tortugas en la arena a cualquier hora del día y también focas monje (las focas se van al atardecer) por lo que es un show de playa.

Si vais a verlas no os acerquéis y no las molestéis porque están descansando. Es un verdadero milagro poder observarlas tan de cerca y es una pena que dejen de hacerlo si se sienten molestadas. En el caso de las tortugas marinas, el hecho de no poder descansar podría ocasionarles la muerte, ya que son más vulnerables de cara a sus depredadores. En Hawái las cuidan porque cuando llegan a la playa rápidamente ponen un cordón para que la gente no las pueda pasar por encima y no se sientan intranquilas. Es muy gracioso el momento en el que entran y salen del agua, porque la gente les abre un pasillo para que lleguen al agua o a la arena. Se volvía como una autopista de tortugas y había que estar en alerta constante, no es que ellas se choquen contigo porque son muy listas, pero era fácil ganarse la reprimenda del vigilante por estar demasiado cerca de la tortuga.
Pasamos toda la tarde entre focas, tortugas, gallos y haciendo snorkel. Cuando se empezó a hacer de noche nos fuimos a la piscina del hotel y luego nos fuimos a cenar a Pancho´s Pizza que nos gustó bastante. Las raciones son enormes y de precio estaba muy bien, lo encontraréis en Kapaa.
DÍA 2. El segundo día en la isla nos levantamos muy temprano para ir a ver la costa de Nā Pali a bordo de un catamarán. Habíamos estado dudando de si hacer la excursión por mar o aire, al final nos decantamos por ir en barco porque casi costaban lo mismo, pero en barco eran más horas de excursión, nos entraba la comida y la posibilidad de hacer snorkel.
La excursión salía a las 7.30 de la mañana del puerto de Eleele, nosotros la hicimos con Capt Andy’s que ofrecían varios tours para llegar hasta la costa. Nos decantamos por la excursión en catamarán que incluía el desayuno y la comida. Fueron 5 horas de excursión muy divertidas, además vimos delfines que venían a jugar con el barco y por fin pude ver una baby tortuga en el agua con absoluta claridad.

Salimos navegando del puerto y fuimos bordeando toda la costa hasta llegar a la parte de la Napali Coast, aquí realizamos algunas paradas y nos dieron explicaciones sobre lo que teníamos ante nuestros ojos. No desembarcas en ningún momento del recorrido, únicamente tomamos fotos desde el catamarán. Os avisamos que el mar puede estar agitado, por lo que si os mareáis, es conveniente que llevéis alguna pastilla.
Tras recorrer la costa, empezamos a volver hacia el puerto pero antes hicimos snorkel en uno de los puntos donde te aconsejan ellos. El lugar elegido estaba muy profundo y casi no vimos nada, a excepción de la tortuguita que pasó nadando además el agua estaba bastante fría. Luego volvimos al barco y nos dieron de comer, cuando terminamos empezamos la vuelta hacia el puerto. La navegación fue dura porque el viento empezó a soplar con fuerza y se levantaron unas olas bastante grandes. No nos mareamos porque nos quedamos en la parte de la proa y como el viento nos iba dando en la cara no tuvimos sensación de mareo, pero la cosa se puso intensa en algunos puntos y acabamos empapados.
Cuando llegamos al puerto empezó a llover con ganas, nos calamos hasta los huesos, pero10 minutos más tarde había dejado de llover y hacía un calor impresionante. Así es Hawái que en 5 minutos cambia radicalmente, por lo que si el día amanece mal no lo deis por perdido tan rápidamente.
Muy cerca del puerto está la playa de Glass beach, y como no teníamos mucho que hacer decidimos ir a echar un vistazo. Lo cierto es que la encontramos un poco pobre porque la gente se lleva bolsas enteras de estos cristalitos, por lo que es cuestión de tiempo que terminen desapareciendo por completo.
Aquél día lo terminamos en la que se convertiría en una de las playas favoritas del viaje, Poipu Beach. Estuvimos haciendo snorkel y dándonos los últimos chapuzones del día. Esta es una playa en la que el buen clima suele estar asegurado, por lo que si veis que el tiempo no acompaña dejaros caer por aquí.
Para finalizar nos fuimos a cenar una hamburguesa con patatas al pueblo de Kapaa, el sitio se llamaba Bubba Burgers y nos atendió una chica muy simpática que hablaba un poquito de español. Después de cenar nos fuimos a la habitación de nuestro hotel a pegarnos con nuestras amigas las cuquis, no hubo noche que no apareciera alguna.
DÍA 3. El tercer día nos fuimos para el norte de Kauai, la idea era hacer una parte del Kalalau trail y entrar en el parque de Haena State Park. Esta fue otra de las excursiones que más nos costó conseguir porque las reservas vuelan, sobre todo si queréis llegar con el coche.
Os dejamos link para conseguir la entrada al Kalalau Trail, vais a ver que hay 3 opciones. La primera es sencilla de conseguir porque pagas la entrada y el shuttle, pero cuesta 35$ por persona. La segunda opción es la que te permite entrar y aparcar en el parque, esta opción se agota en cuestión de segundos, por lo que más te vale estar como un clavo en la página al tiempo que liberan las entradas. Nosotros la conseguimos y realmente creemos que es la que más compensa, porque así puedes estar el tiempo que quieras en el parque sin depender del shuttle. Y la tercera opción es comprar únicamente la entrada al parque, pero tienes que llegar por tu cuenta y no nos pareció una opción razonable para los turistas.
La reserva se puede conseguir online y liberan las entradas con 30 días, por lo que fichad cuando ponen a la venta el día que queréis ir y no os olvidéis estar a las 12 del medio día como un clavo. Las entradas se ponen a la venta a las 00 horas de Hawái por lo que aquí en España serán las 12 del medio día y recordad tener a mano la tarjeta de crédito.
Nosotros no teníamos intención de hacer el Kalalau Trail completo porque son 35 km, requiere hacer noche a la intemperie y pedir más permisos. Además es un camino técnicamente difícil, y habría que haber invertido más de un día entero aquí y desgraciadamente no teníamos tanto tiempo. En el recorrido completo se pasa por acantilados y hay tramos peligrosos, el sendero puede estar resbaladizo si ha llovido previamente y nosotros no estábamos preparados para ir solos, algunos locales nos dijeron que un paso en falso y caes. La mayoría de la gente (nos incluimos) únicamente llega hasta la playa de Hanakāpī‘Ai, que ya son 6km de marcha entre ir y volver. Los más aventureros siguen hasta la cascada, si lo hacéis vais a estar haciendo unos 12 km en total, con fuertes desniveles (son 8 horas de recorrido). Nosotros no llegamos a la cascada, únicamente fuimos hasta la playa de Hanakāpī‘Ai, y aún así os podemos decir que el sendero es duro y que hacía mucho calor. Además como llueva terminas de barro hasta las orejas, eso unido a que hay que meterse en un río para llegar a la dichosa playa, podéis imaginar lo limpitos que acabamos.

Una cosa que si queremos comentar es que para ver las montañas típicas de la costa, no basta con hacer la marcha más corta. Nosotros consideramos que la parte más bonita debe estar pasada la primera playa, por lo que si vuestro sueño es conocer la Napali Coast, os recomendamos hacer la excursión en barco o en helicóptero porque esta se os va a quedar floja, salvo que os marquéis el sendero completo. Creemos que el paisaje es precioso, pero no es suficiente para los que queráis ver bien la Napali Coast, salvo que hagáis el camino de 35 km porque en ese caso la vais a ver y sentir mejor que nadie.
Cuando regresamos del Kalalau, nos fuimos a la fantástica playa de Ke’e Beach. Esta playa de arena dorada pertenece al parque, por lo que si no tenéis los permisos tampoco podréis acceder. La playa es una pasada, nos dimos un baño muy agradable, y además se puede hacer buen snorkel en ella. La playa está repleta de gallos salvajes y nos lo pasamos pipa observándoles, son una monada y no hacen nada a la gente por lo que no les tengáis miedo y no les asustéis.
Después de visitar el parque paramos en Hanalei, un pueblo costero muy agradable con algunas tiendas y restaurantes chulos, también cabe destacar la playa que es muy tranquila para bañarse. No pudimos estar mucho rato porque se puso a diluviar y decidimos irnos para la zona de nuestro alojamiento. Aquella noche la cena fue en la habitación del hotel, por suerte salimos con vida y no tuvimos demasiados invitados inoportunos.
DÍA 4. El cuarto día lo reservamos para ver el Gran Cañón del Pacífico, así es como llaman al Waimea Canyon. Sin duda nos quedamos encantados con lo que vimos en el parque. Este día hizo bastante malo en la isla, por lo que íbamos un poco preocupados pensando que no íbamos a poder ver nada, pero por fortuna vimos más de lo que imaginábamos.
El día fue intenso porque lo dedicamos íntegramente a recorrer varios de los senderos que hay en el parque. Al principio estábamos un poco perdidos porque no había un centro de visitantes como en los otros, nos tocó tirar de mapas y de lo que habíamos visto en internet.
Cuando llegamos fuimos muy atentos para no saltarnos las cascadas que hay antes de llegar al parque, ya que no están señalizadas y es bastante sencillo pasarlas por alto. Estas cascadas son las Red Dirt Waterfall, las vais a encontrar a mano izquierda de la carretera según vais subiendo hacia el parque. Es más fácil verlas a la ida que a la vuelta, por lo que id atentos ya que no están señalizadas.

Después de las cascadas seguimos conduciendo hasta el Waimea Canyon Trail, aquí nos asomamos a los miradores Ni’ihau Viewpoint y al Pu’u Hinahina Lookout. Después decidimos hacer la primera marcha del día que nos llevaría primero hasta Cliff Trail Lookout y después hasta Mini Falls. Ambos senderos salen juntos, las cascadas son una prolongación del primer camino, por lo que siempre podéis decidir si hacéis los dos u os vale con uno. En el segundo punto las cascadas fueron invadidas por un grupo de 20 chicos que estaban realmente asilvestrados, por lo que tuvimos que huir de allí. Por suerte dimos con otros chavales mucho más simpáticos que nos dijeron que con cuidado, si nos salíamos del sendero podríamos llegar a otras cascadas mucho más chulas y fue verdad. Realizar ambos senderos nos llevó como una hora y media, pero las vistas fueron realmente increíbles.

Después de hacer estos caminos, seguimos en dirección a Koke’e Lodge que pertenece al Kokeʻe State Park y nos tomamos un par de cafés con una tarta de nueces que nos supo a gloria, repusimos fuerzas rápidamente y además nos llevamos un par de recuerdos para la nevera y la maleta.
Tras esta parada nos marchamos a ver los miradores de Pu’u O Kila Lookout y el Kalalau Lookout, aquí el tiempo empezó a hacer de las suyas. Empezamos a caminar e hicimos una parte del sendero hasta el Pihea Vista junction y a ratos si que pudimos ver las vistas sobre la imponente Napali Coast, pero luego las nubes se apoderaron del valle y ya se acabó el espectáculo. Por suerte nos llevamos el recuerdo y alguna que otra foto del sitio.
A la vuelta paramos en el Waipo’o Falls Lookout y en el Waimea Canyon Lookout que nos los habíamos saltado por la mañana. Ambos tienen unas vistas increíbles y os recomendamos parar en ellos, además se ven rápidamente y no requieren de ninguna marcha.

Después de estar gran parte del día en el Waimea, ya no quedaban muchas horas de luz pero quisimos irnos a ver atardecer a la playa de Poipu Beach y fue un acierto absoluto, vimos a nuestras queridas tortugas y también a las focas. Además finalizamos el día con uno de los atardeceres más bonitos que pudimos ver en Hawái. Como era la última noche decidimos ir a cenar fuera, elegimos el Cabana Bar & Grill donde comimos de lujo, a buen precio y con música en vivo.
DÍA 5. El último día en Kauai y también en Hawái, lo dedicamos a descansar. Había sido un viaje muy intenso y estábamos destrozados, además todavía nos quedaban unos días en Nueva York. Por lo que después de pasar por nuestro Starbucks nos fuimos a Poipu Beach, plantamos la toalla en la arena y nos quedamos allí horas hasta que empezó a hacerse de noche y decidimos pasar por la piscina del hotel antes de cambiarnos para ponernos la ropa del avión.

Como no nos habían dejado la habitación hasta tarde (ni pagando) tuvimos que quitarnos la sal en la ducha de la piscina y nos aseamos como pudimos. Nos habíamos dejado la ropa del viaje a mano y entramos al aseo a vestirnos, recogimos las cosas del hotel y nos fuimos otra vez a la playa a cenar mientras veíamos la puesta de sol. Nos despedimos de nuestras queridas tortugas, os prometemos que había como 30 en ese momento, pero como ya era de noche las fotos no salían bien por lo que no hay pruebas.
También nos despedimos de las focas, de los adorables gallos hawaianos y nos fuimos al aeropuerto. Así poníamos punto y final a uno de los viajes más bonitos que hemos hecho y también a nuestra Luna de Miel, bueno a una parte de ella porque quedaba Nueva York en la que pasaríamos 4 noches antes de volver a España.
Dónde alojarse en Kauai
Nosotros nos alojamos las 4 noches en el Kauai Beach Resort & Spa y ¡NO LO RECOMENDAMOS! Si lo ponemos en mayúsculas porque la experiencia no fue nada buena. Si buscáis fotos en internet vais a pensar que estamos locos pero es que las habitaciones no son lo que parecen. Ese hotel necesita una reforma de manera urgente, de hecho ya estaban reformando algunas de las habitaciones del segundo piso, pero obvio que nos tocó una de las que no estaban reformadas.
Las zonas comunes son muy bonitas, la piscina, la recepción, tiene hasta un Starbucks en la cafetería, pero las habitaciones eran horribles y había muchas cucarachas. De hecho ese fue el principal problema, que la habitación estaba infestada de cucarachas y aparecían por todas partes. La verdad que si no hubiera sido por los dichosos bichos, habría sido perfecto pero desgraciadamente nos amargaron la estancia. Pedimos que nos cambiaran de habitación y para nuestra sorpresa las que nos ofrecían estaban llenas de humedades, se notaba que eran habitaciones que no daban habitualmente porque sabían que tenían problemas.
Al final también pedimos que si podíamos hacer el late check out para poder ducharnos y no volar con la sal de la playa, pero justamente qué casualidad que nuestra habitación ya estaba dada a unos clientes que iban a pasar 11 días en el hotel (¡Pobres lo que les esperaba!) Desde el primer momento habíamos pedido que nos dejaran la habitación y siempre nos decían que esperásemos al último día y justo ese día nos vienen con esa excusa…en fin que no lo recomendamos. Pero desde luego ni este problema consiguió amargarnos la estancia en la isla de Kauai, que nos pareció un verdadero jardín en mitad del océano Pacífico.
Aquí dejamos este post con el que esperamos haberos ayudado a organizar vuestro viaje por la isla de Kauai y a decidir las excursiones que mejor os encajan a vosotros. Además os recordamos que justo debajo tenéis las entradas relacionadas y que en nuestro perfil de Instagram vamos colgando fotos y vídeos de nuestras escapadas.
¡Hasta pronto viajeros!
Deja una respuesta